La demanda es un documento que enfrenta a dos partes: demandante y demandado. Con ella se inicia entonces un proceso jurídico. En la demanda se exponen primero los hechos que dan lugar a la misma, los fundamentos de derecho o preceptos legales sobre los que se apoya para llevarse a cabo y la petición que el demandante hace ante el tribunal. Existen multitud de tipos de demanda judicial:
- mercantiles
- familiares
- laborales
- por delitos
- administrativas
- inmobiliarias
- etc.
En nuestra sociedad actual, no es raro ver empresas extranjeras o ciudadanos de otros lugares del mundo que hagan negocios en nuestros país. También es cada vez más común que las personas adquieran bienes fuera de su lugar de origen y los dejen en herencia. Este tipo se situaciones pueden dar lugar a la demanda.
¿Necesito la traducción jurada de la demanda judicial?
Por regla general, si tenemos que enfrentarnos a un proceso judicial, necesitaremos la traducción jurada de cada uno de los documentos que tengamos que aportar (cartas, facturas, contratos…).
En el Derecho Europeo, no existen normas que de forma expresa obliguen a que una demanda esté traducida de manera oficial pero si hay que trasladar una demanda a una persona que se encuentre residiendo en otro país cabe la posibilidad de que ésta no la acepte al no estar redactada en la lengua oficial del país en el que vive o al menos en una lengua que sea comprensible para ella.
Por ello, más vale prevenir que curar y lo mejor será acudir a un traductor certificado que con su firma y sello dé validez legal a estos documentos.
¿Tengo que legalizar la demanda judicial?
Va a depender de los requisitos del lugar donde tengamos que presentar el documento, el tipo de documento, el país… Que esté legalizado implicará que vendrá acompañado de la Apostilla de La Haya. ¿De qué se trata? Bien, la Apostilla de la Haya sirve para certificar la firma de los documentos públicos que se han emitido en un país que forme parte del Convenio de La Haya del 5 de octubre de 1961. Por tanto, estos documentos serán reconocidos en cualquier otro estado que también sea firmante del Convenio.
Antes de encargar una traducción, es recomendable asegurarse de que la Apostilla es esencial porque de ser así, el documento tiene que ser legalizado antes de su traducción, puesto que la Apostilla también deberá traducirse.
¿Dudas? ¡No te quedes con ellas! Haznos llegar tu consulta a través del cuestionario y estaremos encantados de poder ayudarte.